Patricio Quintanilla, rector U. La Salle
Las palabras del título son homófonas, esto es se escriben y tienen diferente significado, pero se pronuncian igual, en el caso de los peruanos.
Comentaremos la relación entre la “tasa” de interés y su impacto y la “taza” como símbolo de la disponibilidad de alimentos.
La Tasa
La tasa de interés es un instrumento de política monetaria, como una medida para atenuar las presiones inflacionarias, que es utilizado por los bancos centrales de muchos países, como el Sistema de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra, entre otros y que también es aplicado por el Banco Central de Reserva del Perú (BCR), que la incrementan todos los meses desde agosto del 2021, cuando la suba de precios se inicia a nivel mundial y que al mes de octubre es de 7.0% anual.
Un aumento en la tasa de política monetaria, actúa sobre la inflación al reducir la demanda global, mediante la reducción de la inversión privada y el consumo familiar. Por ello su manejo es complejo y delicado, porque impacta negativamente en el crecimiento económico, por ello la decisión que toma el BCR es actuar contra la suba de precios, pero sin afectar gravemente la economía. La disyuntiva es mantener una inflación alta o promover el crecimiento. Encontrar un justo medio, lo que no es sencillo.
Es particularmente complejo, cuando la inflación se produce por causa externa, como la suba internacional de los precios de combustibles y alimentos.
La Taza
El acceso a los alimentos básicos de las familias, especialmente de las vulnerables, debe ser una permanente preocupación de las autoridades, porque está relacionado con su calidad de vida.
Estoy considerando la “taza”, como un símbolo de la alimentación familiar, sea esta de leche u otro producto. La situación económica mundial, está muy deteriorada por la invasión de Rusia a Ucrania, con tasas muy bajas de crecimiento, inclusive negativas, en algunos países del hemisferio norte, esto es los desarrollados.
Como se ha dicho en párrafo precedente, la política antiinflacionaria que se viene aplicando, afecta negativamente el ingreso de las familias, quienes se ven obligadas a recurrir a sus ahorros, en caso los tengan, a deudas, en caso tengan acceso a crédito o, en el peor de los casos a reducir su consumo.
La opción está por el lado de la política fiscal, la que es manejada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), quien debe otorgar subsidios directos y focalizados, mediante bonos o instrumentos similares, como una forma de atenuar esta situación.
Conclusión
La política monetaria restrictiva, que se viene aplicando en el Perú y en muchos otros países, tiene como objetivo atenuar las presiones inflacionarias, pero como un efecto negativo, no promover el crecimiento económico, lo que debe ser compensado con subsidios directos y focalizados.❖